Tres conclusiones de la derrota de los Warriors por 116-109 ante el Miami Heat (25-24) el jueves por la noche en el AmericanAirlines Arena para dejar a Golden State en 23-25.

¿Se esperaba más de los Warriors esta temporada? Seguramente. El regreso de Stephen Curry, la elección del número dos del draft, Draymond Green, jugadores que debían sumar bastante como Kelly Oubre Jr. o Andrew Wiggins… Un 23-25 a estas alturas de campaña sabe a poco.

La cuestión es que Curry está jugando genial, casi podemos decir que a nivel MVP (números muy parecidos a cuando lo fue). Anoche fueron 36 puntos y 11 rebotes en la visita a Miami, un esfuerzo que quedó en nada al ver que el encuentros se terminaba decantando de lado local por 116-109.

“Este partido nunca estuvo realmente fuera de nuestro alcance, pero nunca lo controlamos porque nuestros hábitos y nuestra toma de decisiones no fueron buenos”, comenta Steve Kerr, entrenador jefe de los Warriors.

Puede no faltarle razón. Andrew Wiggins hizo 23 puntos y 8 rebotes mientras que Draymond Green se acercó al triple-doble con 16 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. Los Heat, añadiendo a su rotación a los recién llegados Nemanja Bjelica y Victor Oladipo (debutó anoche) fueron simplemente mejores.

Los de Florida son un conjunto que ha ganado en profundidad en las últimas semanas de mercado. Trevor Ariza está asentado en el quinteto inicial, justo el lugar del que partió contra Golden State un Victor Oladipo que disputaría 23 minutos para aportar 6 puntos, 5 asistencias y 3 rebotes. El ex de Houston, de quien sin duda se espera más, agradeció el apoyo recibido en su primer día. “Mis compañeros de equipo han sido de gran ayuda esta noche”, comenta.

El máximo anotador de los Heat fue Jimmy Butler con 22 puntos a los que añadió 8 asistencias y 4 robos. Junto a él destacaron los 21 puntos y 8 rebotes de Bam Adebayo, así como los 20 puntos que sumó Tyler Herro desde el banquillo. Miami, en una temporada repleta de altibajos, suma ahora tres triunfos consecutivos que le permite ser quinto de la Conferencia Este con 25-24.

Nuevamente, Stephen Curry estuvo brillante y, nuevamente, los Warriors perdieron

Curry anotó 36 puntos en 9 de 19 tiros, incluidos 5 de 11 desde el rango de 3 puntos, acertó sus 13 tiros libres y tuvo 11 rebotes y tres asistencias. Hizo un par de triples y tres tiros libres en el 1:45 final para reducir la ventaja de 13 puntos de Miami a seis con 49.5 segundos para el final, pero cuando lanzó un triple con 12.2 segundos para el final, Golden State corrió. fuera de tiempo.

«Steph estuvo increíble en la recta final», dijo el entrenador en jefe Steve Kerr. “Siempre compite, siempre pelea y pensé que era tremendo”.

Los Warriors no solo desperdiciaron un gran juego de Curry, sino también las fuertes actuaciones de Andrew Wiggins (23 puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias) y Draymond Green (16 puntos, 10 rebotes, ocho asistencias y cuatro robos).

El resto de los Warriors luchó contra un equipo profundo del Heat que jugaba en la segunda noche de un set seguido. Jimmy Butler terminó con 22 puntos, seis rebotes, ocho asistencias y cuatro robos, mientras que Miami también recibió aportes anotadores de Tyler Herro (20 puntos), Duncan Robinson (21 puntos) y Bam Adebayo (19 puntos). El ex guerrero Andre Iguodala anotó sus 10 puntos en el período final, incluso en una volcada de escapada que marcó una carrera de 10-0 para poner al Heat arriba 12 con 7:22 por jugar.

Esta falta de profundidad y apoyo para Curry, en medio de su séptima temporada All-Star, es una de las muchas cosas que han impedido que los Warriors maduren y se conviertan en un auténtico equipo de playoffs.